Este artículo aborda los efectos dañinos de inhalar o ingerir repelentes de insectos en aerosol.
Esto es sólo para fines de información y no para usarse en el tratamiento ni en el manejo de una exposición tóxica real. Si usted sufre una exposición, debe llamar al número local de emergencias (tal como 911 en los Estados Unidos) o al Centro Nacional de Toxicología (National Poison Control Center) a la línea 1-800-222-1222.
La mayoría de los repelentes de insectos contienen DEET (N,N, dietil-m-toluamida) como su ingrediente activo. El DEET es uno de los pocos repelentes de insectos que funciona y se recomienda para prevenir las enfermedades transmitidas por mosquitos como la malaria, la fiebre del dengue y el virus del Nilo occidental.
Otras formas menos efectivas de aerosoles repelentes de insectos contienen piretrinas, un pesticida creado a partir de las flores del crisantemo. Este pesticida generalmente se considera atóxico, pero puede causar problemas respiratorios si se inhala en grandes cantidades.
Los aerosoles contra bichos (repelentes de insectos) se venden bajo diversos nombres de marcas comerciales
Para las piretrinas:
Para el DEET:
Las personas que se aplican DEET en la piel pueden presentar ronchas o una irritación o enrojecimiento leves. Estos síntomas generalmente son leves y desaparecen cuando el producto es eliminado de la piel.
Las personas que utilizan concentraciones muy altas de DEET en la piel durante un período de tiempo prolongado (como los militares o los guardabosques) pueden presentar reacciones cutáneas más graves, como ampollas, quemaduras y cicatrices permanentes en la piel. Otros síntomas asociados con el uso prolongado de altas cantidades de DEET (con concentración de más del 50%) comprenden insomnio y cambios en el estado de ánimo.
En caso de rociar DEET involuntariamente en los ojos, la nariz o la boca, se puede experimentar una sensación de ardor temporal y presentar enrojecimiento. El hecho de lavar el área generalmente hace que los síntomas desaparezcan y las quemaduras en los ojos pueden requerir medicamentos.
Cuando se ingieren pequeñas cantidades de DEET por vía oral, los síntomas puede ser:
Cuando se ingieren grandes cantidades, se puede presentar presión arterial baja (hipotensión) y frecuencia cardíaca baja (bradicardia).
De lejos, la complicación más grave y devastadora de la intoxicación con grandes cantidades de DEET es el daño neurológico. Los pacientes pueden presentar desorientación, tropezar al caminar, convulsiones o coma, y la muerte es posible en estos casos.
DEET es especialmente peligroso para los niños pequeños, quienes pueden presentar convulsiones cuando son expuestos de manera permanente a este químico en la piel durante períodos prolongados. Por esta razón, se debe tener cuidado de aplicar únicamente concentraciones de DEET bajas a los niños durante períodos cortos y probablemente no usar productos que contengan este químico con los bebés.
Busque ayuda médica inmediata y NO le provoque el vómito a la persona, a menos que así lo indique el Centro de Toxicología o un profesional de la salud.
Si el químico entró en contacto con la piel o los ojos, enjuague con abundante agua durante al menos 15 minutos.
Si la persona ingirió el químico, suminístrele agua o leche inmediatamente, a menos que el médico haya dado otras instrucciones. No suministre leche ni agua si el paciente está presentando síntomas que dificultan la deglución, tales como vómitos, convulsiones o disminución de la lucidez mental.
Si la persona inhaló el tóxico, llévela inmediatamente a tomar aire fresco.
Determine la siguiente información:
Se puede llamar al Centro Nacional de Toxicología (National Poison Control Center) al 1-800-222-1222 desde cualquier parte de los Estados Unidos. Esta línea gratuita nacional le permitirá hablar con expertos en intoxicaciones, quienes le darán instrucciones adicionales.
Se trata de un servicio gratuito y confidencial. Todos los centros de toxicología locales en los Estados Unidos utilizan este número. Usted debe llamar si tiene cualquier inquietud acerca de las intoxicaciones o la manera de prevenirlas. No tiene que ser necesariamente una emergencia; puede llamar por cualquier razón, las 24 horas del día, los 7 días de la semana.
Si es posible, lleve consigo el recipiente de la sustancia al hospital.
Ver: Número de emergencia del Centro de Toxicología
El médico medirá y vigilará los signos vitales del paciente, incluyendo la temperatura, el pulso, la frecuencia respiratoria y la presión arterial. Los síntomas se tratarán en la forma apropiada. El paciente puede recibir:
Para las piretrinas:
La asfixia severa puede ser en poco tiempo potencialmente mortal. La recuperación debe darse sin problema cuando se ha presentado una exposición simple o inhalación de pequeñas cantidades del producto.
Para el DEET:
Cuando se usa de acuerdo con las instrucciones en bajas dosis, el DEET relativamente inofensivo y es el repelente de insectos preferido para la prevención de las enfermedades transmitidas por mosquitos, tales como la fiebre del dengue, la malaria y el virus del Nilo occidental. La baja toxicidad de este químico comparada con el peligro de cualquiera de estas enfermedades hace que su aplicación para repeler insectos sea una elección sensata, incluso en mujeres embarazadas.
La sobredosis grande e intencional de DEET con la ingestión de repelente en aerosol para insectos puede ser muy grave. La evolución del paciente depende de la cantidad y concentración del DEET ingerido y de la prontitud con que reciba el tratamiento médico. Las convulsiones pueden conducir a que se presente daño cerebral permanente y posiblemente la muerte.
Borron SW. Pyrethrins, repellants, and other pesticides. In: Shannon MW, Borron SW, Burns MJ, eds. Haddad and Winchester's Clinical Management of Poisoning and Drug Overdose. 4th ed. Philadelphia, Pa: Saunders Elsevier; 2007:chap 77.